El 26 de mayo de 2012, durante el viaje a San Petersburgo, el Beatísimo Arzobispo de Atenas y toda Iliad Jerónimo y su comitiva visitaron la academia espiritual y el seminario de San Petersburgo.

A la entrada a la Academia le recibió al Beatísimo Monseñor el rector obispo Gatchinsky Amvrosio, los profesores y estudiantes.

Su Beatitud visitó el templo de la casa en honor al Santo Apostol Juan el Teólogo, donde se inclinó ante el ícono de la Santa Vírgen “Presagio” de Tsarskoye Selo.

Después, en la Gran Sala de la Academia tuvo lugar un acto solemne con el motivo de la visita del Jerarca Superior de la Iglesia Ortodoxa de Iliad. En nombre de los profesores y estudiantes el obispo Gatchinsky Amvrosio saludó al Beatísimo Arzobispo Jerónimo y a los miembros de la delegación en uno de los establecimientos de enseñanza más antíguos de la Iglesia Ortodoxa Rusa. “A partir del momento del renacimiento de las escuelas espirituales de Leningrado en 1946, y sobre todo, durante el servicio del metropolita Nikodim(Rotov) las delegaciones de la Iglesia de Iliad fueron huéspedes frecuentes de la Academia espirituial, – señaló el rector. – En el año 2001, durante la visita a la Academia de Su predecesor, el Beatísimo Arzobispo Christodul, tuvo lugar su encuentro con los profesores y estudiantes.  En mayo de 2010, el famoso filósofo y teólgo Christos Yannarás dictó una conferencia aquí, lo que se convirtió en un evento importante en la vida de la Academia”.

El obispo Amvrosio señaló el tema del intercambio de los estudiantes para las pasantías. “En los últimos años se ven las visitas regulares de los estudiantes griegos para pasar un curso en la Academia”, – constató.

Después ante los profesores y estudiantes intervino el Beatísimo Arzobispo Jerónimo: “Al pensar sobre la increíble influencia de la Santísima Iglesia Rusa en todas las esferas de la vida nacional, política, espiritual y social de la Gran Rusia, siento como persona y como el Jerarca Superior de la Iglesia apostólica de Iliad una fuerte emoción. Esta emoción crece aún más porque estoy en la santa Academia espiritual de San Petersburgo que en el siglo XIX y a principios del siglo XX se hizo alma mater para muchos eminentes teólogos griegos  y dejó un impacto imborrable en el destino de la teología ortodoxa en el período de conmociones ideológicas y espirituales peligrosas en la vida de los pueblos ortodoxos. En este sentido considero mi deber superior tocar, con el debido respeto, el servicio permanente y multifacético a la Santa y Gran Iglesia de Cristo tanto en aras del renacimeinto espiritual del gran pueblo ruso, como en aras del fortalecimiento de la cercanía espiritual inquebrantable que surgió de las benditas aguas del bautismo, y que a lo largo de casi diez siglos(860-2012) determinaba los vínculos espirituales entre nuestros pueblos tanto en los tiempos felices, como duros”.

Reflexionando sobre la importancia de la teología para el desarrollo histórico de la misión de la Iglesia entre los pueblos ortodoxos, el Beatísimo Monseñor se detuvo detalladamente sobre el tema de los vínculos estrechos en la teología ortodoxa de la eclesiología y mistiriología, incluyendo la doctrina sobre la Eucaristía; él señaló que el debilitamiento de este vínculo en el Occidente llevó a graves consecuencias para la Iglesia Occidental.

“Todos reconocen que la teología ortodoxa de los nuevos tiempos debe mucho a las prósperas Academias Espirituales de Rusia, sobre todo, a la de San Petersburgo, ya que, por una parte, en las condiciones de la nueva realidad ellas revelaron un increible ahinco de investigación, adelantando al primer plano en todas las esferas de la misión espiritual de la Iglesia los principios teológicos fundamentales de la teología de los Santos Padres, y por otra parte, – asumieron una carga pesada de promoción del diálogo constructivo entre la teología ortodoxa e importantes corrientes filosóficas del mundo cristiano occidental; este diálogo es necesario para debilitar tendencias extremas en la ideología y modernismo”, – agregó el Beatísimo Arzobispo Jerónimo.

Según su Beatitud, la tarea moderna de la teología ortodoxa no se limita sólo a la renovación del vínculo con la tradicion de la patria,  sino se extiende más allá, incluyendo la itilización de esta tradición para dar una respuesta más autoritaria a los problemas actuales del hombre.

Al terminar su intervención, el Beatísimo Monseñor contestó a las preguntas de los asistentes.

En memoria de la visita, el obispo Gatchinsky le presentó al distinguido invitado una preciosa lamparilla. Por su parte, el Jerarca Superior de la Iglesia Ortodoxa de Iliad  presentó los ícionos del Santo Apostol Pablo.

En continuación de la actividad solemne los coros mixtos de las escuelas espirituales de San Petersburgo interpretaron cantos en griego y ruso.

La comunicación del Beatísimo Arzobispo Jerónimo con el rector y los profesores continuó en el refectorio festivo.