Declaración del Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rusa

La Iglesia Ortodoxa Rusa durante muchas décadas ha tomado y sigue tomando parte activa en la preparación del Santo y Gran Concilio de la Iglesia Ortodoxa. A partir la Primera reunión pan-ortodoxa en Rodas en 1961, los destacados jerarcas y mejores teólogos de nuestra Iglesia contribuyen a la elaboración de múltiples temas del Concilio, incluso los que posteriormente no fueron incluidos en la agenda del Santo y Gran Concilio. Con el fin de la pronta convocatoria del Concilio, la Iglesia Ortodoxa Rusa ha afirmado en repetidas ocasiones su compromiso con el logro de decisiones mutuamente aceptables para todos los participantes del proceso pre-Conciliar, aunque estas decisiones se hayan negado a las reglas de preparación del Concilio previamente acordadas.

Sin embargo, el principio del consenso pan-ortodoxo es el fundamento inmutable del proceso pre-Conciliar, comenzando por la reunión de Rodas en 1961, en la que por iniciativa del Patriarcado de Constantinopla se estableció: “Las decisiones de reuniones generales se toman por unanimidad completa de las delegaciones de las Iglesias” (Orden de funcionamiento y de trabajo de la Conferencia Pan-Ortodoxa de Rodas, p. 14). A continuación, esta regla fue afirmada por el Reglamento de las reuniones Pan-Ortodoxas pre-Conciliares, adoptado en 1986: “Los textos sobre todos los temas de la agenda de las reuniones Pan-Ortodoxas pre-Conciliares son aprobados por unanimidad” (p. 16). La Asamblea de los Primados de las Iglesias Ortodoxas en 2014 confirmó: “Todas las decisiones, como durante el Concilio, tanto en las etapas preparatorias, son aprobadas por consenso” (Decisión de la Asamblea de los Primados, p. 2a). El mismo principio fue establecido en el Reglamento de funcionamiento y de trabajo del Santo y Gran Concilio de la Iglesia Ortodoxa, elaborado en la Asamblea de los Primados de las Iglesias Ortodoxas, celebrada en Chambesy de 21 a 28 de enero de 2016. El presente Reglamento establece, entre otras cosas, que el Concilio “será convocado por Su Santidad el Patriarca Ecuménico, con la aprobación de Sus Beatitudes Primados de todas las Iglesias Ortodoxas Autocéfalas Locales universalmente reconocidas” (p. 1).

En la misma Asamblea, la mayoría de los Primados de las Iglesias Ortodoxas Locales han aprobado convocar al Santo y Gran Concilio de la Iglesia Ortodoxa entre 18 y 27 de junio de 2016 en Creta. Sin embargo, esta decisión, así como el Reglamento del Concilio y el proyecto del documento del Concilio “El sacramento del matrimonio y los obstáculos al mismo”, no fueron firmados por la delegación de la Iglesia Ortodoxa de Antioquía. El último documento tampoco fue firmado por la delegación de la Iglesia Ortodoxa Georgiana. Ambas Iglesias mencionadas señalaron la existencia de sospechas razones de su decisión.

Sin embargo, la Iglesia Ortodoxa Rusa, para el avance exitoso hacia la convocatoria del Concilio, consideró posible firmar los documentos mencionados, expresando al mismo tiempo tanto en la Asamblea, como en la posterior correspondencia con Su Santidad el Patriarca Bartolomé de Constantinopla, la certeza de la necesidad de llevar a cabo grandes esfuerzos durante el tiempo restante hasta la fecha del Concilio (incluso en el marco de la Secretaría Pan-Ortodoxa creada por la Asamblea) para encontrar acuerdo pan-ortodoxo sobre los documentos que no han sido firmados por una o dos Iglesias Locales, que permitiría la convocatoria del Concilio. Por causas ajenas a la voluntad de la Iglesia Ortodoxa Rusa, la discusión pan-ortodoxa de la situación no ha continuado.

El Concilio de Obispos de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que tuvo lugar entre 2 y 3 de febrero de 2016, aceptó la posición de la delegación de la Iglesia Ortodoxa Rusa en la Asamblea de los Primados de las Iglesias Ortodoxas Locales en Chambesy y en otros órganos pre-Conciliares, expresó satisfacción por la introducción de los cambios y adiciones necesarios a los borradores de documentos del Santo y Gran Concilio y, al aprobarlos en general, ordenó al Santo Sínodo formar una delegación de la Iglesia Ortodoxa Rusa para participar en el Concilio Pan-Ortodoxo, lo que ha sido cumplido por el Santo Sínodo en abril de 2016. El Concilio de Obispos llamó a la plenitud de la Iglesia Ortodoxa Rusa a “pronunciar una oración particular para que el Señor revele Su voluntad a los miembros del próximo Santo y Gran Concilio de la Iglesia Ortodoxa y para que la realización del Concilio fortalezca la unidad de la Ortodoxia, sirva para el bien de la Iglesia de Cristo, para la gloria de Dios, para el mantenimiento de la fe ortodoxa intacta”.

Al mismo tiempo, el Concilio de Obispos expresó su “convencimiento de que una condición necesaria de la realización del Concilio Pan-Ortodoxo es libre participación de las delegaciones de todas las Iglesias Ortodoxas Autocéfalas universalmente reconocidas”, señalando que “en relación con esto, la resolución antes de la convocatoria del Concilio de los problemas que surgen en las relaciones entre los Patriarcados de Antioquía y de Jerusalén adquiere importancia especial” (Decretos, p. 6).

Con esperanza de lograr consenso ortodoxo común, sin el cual no es posible convocar al Santo y Gran Concilio, la Iglesia Ortodoxa Rusa nombró inmediatamente a sus representantes ante los órganos encargados de continuar preparación del Concilio y en el marco de todas las oportunidades disponibles, a través de contactos personales y correspondencia, tomó parte activa en el proceso pre-Conciliar.

Al mismo tiempo, se hicieron esfuerzos para estudiar comentarios críticos sobre los borradores de documentos conciliares, publicados después de la Asamblea de los Primados en Chambesy por iniciativa de la Iglesia Ortodoxa Rusa; los comentarios mencionados provinieron del episcopado, clero y laicos. Estas observaciones, a menudo relacionadas con la crítica del proceso de preparación del Concilio, también tenían lugar en muchas otras Iglesias Ortodoxas Locales. Al separar los comentarios constructivos de críticas injustificadas del próximo Concilio y de sus documentos, el Departamento de Relaciones Exteriores Eclesiásticas hizo explicaciones y comentarios, respondiendo a las perplejidades que surgieron en el rebaño. El Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rusa de 3 de junio de 2016 examen cuidadosamente las propuestas de obispos, clero, monjes y laicos, y aprobó modificaciones de la Iglesia Ortodoxa Rusa a los borradores de documentos del Concilio Pan-Ortodoxo: “Las relaciones de la Iglesia Ortodoxa con el resto del mundo cristiano” y “La misión de la Iglesia Ortodoxa en el mundo moderno”.

En la misma reunión del Santo Sínodo, se señaló que las modificaciones significativas de los borradores de documentos conciliares, consonadas en gran medida con las propuestas de la Iglesia Ortodoxa Rusa, fueron presentadas por parte de las Iglesias de Georgia, Serbia, Bulgaria y Grecia, así como del Santo Kinot del Santo Monte Athos, y estas modificaciones requieren un análisis a fondo con el fin de encontrar consenso ortodoxo común que es necesario para la adopción de las decisiones conciliares.

Al mismo tiempo, se tomó nota de la decisión del Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa de Bulgaria del 1 de junio de 2016 sobre la necesidad de posponer el Gran y Santo Concilio de la Iglesia Ortodoxa, programado para el 18-27 de junio, y sobre  la no participación de la Iglesia Búlgara en el Concilio, si no se aplaza. El Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rusa en este sentido señaló que la no participación en el Concilio de al menos una de las Iglesias Ortodoxas Autocéfalas universalmente reconocidas “es un obstáculo insuperable para la celebración del Santo y Gran Concilio”.

Estas circunstancias, así como “la incertidumbre en cuanto a la participación del Patriarcado de Antioquía en el Santo y Gran Concilio, así como la falta del consenso previo sobre los borradores del Reglamento del Concilio y del documento “El sacramento del matrimonio y los obstáculos al mismo””, que tuvieron lugar en el momento de la reunión, incitaron al Santo Sínodo de reconocer la necesidad de urgentes acciones comunes de las Iglesias Ortodoxas y de ofrecer al Patriarca Bartolomé de Constantinopla a convocar antes del 10 de junio la reunión extraordinaria Pan-Ortodoxa pre-Conciliar para examinar la situación y encontrar una manera de salir del escenario de emergencia, a fin de que, por efecto de esta reunión, las Iglesias Ortodoxas podrían hacer un juicio sobre la posibilidad de la convocatoria del Concilio Pan-Ortodoxo en las fechas planeadas.

La presente propuesta, por decisión del Santo Sínodo, fue enviada inmediatamente al Patriarca Bartolomé y a todos los Primados de las Iglesias Ortodoxas Locales.

En su respuesta Su Santidad el Patriarca Bartolomé (carta № 676 de 9 de junio de 2016) comunicó que el Santo Sínodo del Patriarcado de Constantinopla  «consideró imposible realizar una nueva reunión Pan-Ortodoxa extraordinaria, ya que no hay un marco legal para convocarlo” y “hasta el inicio del trabajo del Santo y Gran Concilio quedan muy pocos días”. Con respecto al “temor de algunas Iglesias hermanas y la incertidumbre sobre su posible participación en el Concilio”, el Primado de la Iglesia de Constantinopla expresó con certeza que “los esfuerzos para eliminar los obstáculos surgidos tendrán éxito, y todas las Iglesias, sin excepción, participarán en el Santo y Gran Concilio. Mientras su aplazamiento o el fracaso a las doce horas, después de preparación de décadas enteras, comprometería nuestra Iglesia Ortodoxa en el nivel intereclesiástico y el nivel internacional y causaría daños irreparables a su autoridad”.

A la respuesta fue adjuntada la notificación de la reunión extraordinaria del Santo Sínodo del Patriarcado de Constantinopla que se celebró el 6 de junio con la participación de todos los obispos que están en Constantinopla, que dice que “el Santo Sínodo percibió con sorpresa y asombro las posiciones y opiniones de varias Iglesias Ortodoxas hermanas expresadas últimamente, y declaró que la revisión del proceso conciliar ya programado va más allá de todos los marcos institucionales”. Al mismo tiempo, el período de convocatoria del Concilio fue clasificado como una decisión pan-ortodoxa establecida, aunque, como se señaló anteriormente, la Iglesia de Antioquía no firmó esta decisión.

Mientras tanto, el 6 de junio de 2016, el Santo Sínodo del Patriarcado de Antioquía, al presentar una argumentación detallada que muestra la necesidad de posponer las fechas del Concilio, decretó por unanimidad:

“1. Solicitar a Su Toda Santidad el Patriarca Ecuménico de trabajar para encontrar un consenso sobre todas las reservas relativas al Concilio de las Iglesias Autocéfalas, y esto durante el período comprendido hasta la fecha de apertura del Concilio. Si este consenso resultase difícil de alcanzar, la Iglesia de Antioquía solicita posponer la reunión del Concilio a una fecha posterior, cuando las relaciones entre todas las Iglesias Autocéfalas sean más pacíficas y en la que sería posible asegurar la unanimidad ortodoxa sobre el temario del Concilio, su Reglamento y sus procedimientos prácticos;

  1. La no participación del Patriarcado de Antioquía en el Concilio por las razones que dificultan la participación de todos en la Eucaristía durante sus sesiones, implica el firme deseo de encontrar una solución definitiva a la violación del Patriarcado de Jerusalén al territorio canónico del Patriarcado de Antioquía, hecho que dio lugar a la interrupción de la comunión con el Patriarcado de Jerusalén;
  2. Reafirmar una vez más la importancia de la participación de todas las Iglesias Ortodoxas Autocéfalas en el Concilio y que sus decisiones se tomen por unanimidad en su presencia, de acuerdo con el principio primordial del Concilio, y con el fin de salvaguardar la unidad de Iglesia Ortodoxa universal.
  3. Dirigirse a todas las Iglesias Ortodoxas e informarles el contenido de la posición de la Iglesia de Antioquía y sus fundamentos.
  4. Convocar a los fieles a rezar con sus obispos para que el Espíritu Santo inspire a la Iglesia en su marcha en unidad y en su testimonio de Cristo en el mundo”.

El mismo día, 6 de junio, Su Santidad el Patriarca Irineo de Serbia envió a Su Santidad el Patriarca Bartolomé de Constantinopla y a todos los Primados de las Iglesias Ortodoxas Locales una carta en la que, al enumerar los problemas existentes en la actualidad, señaló que en vista de todas estas circunstancias para la Iglesia Ortodoxa Serbia “será difícil de tomar parte en el convocado Santo y Gran Concilio, cuya convocatoria ella propone aplazar por un tiempo”.

El 10 de junio de 2016, se celebró una reunión del Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Georgiana que, al presentar los problemas existentes, señaló que estos pueden ser resueltos a través de trabajo activo, pero reconoció que “todos estamos ante el hecho: no se consigue unidad hoy en día” y que “el objetivo del Concilio sigue siendo la revelación de la unanimidad de los cristianos ortodoxos”, por lo que la Iglesia Georgiana, “junto con otras Iglesias, también pide sobre el aplazamiento del Concilio, hasta que se consiga la unidad universal”. En este sentido, el Santo Sínodo decretó: “La delegación de la Iglesia Georgiana no participará en el Santo y Gran Concilio previsto para 18-27 de junio en la isla de Creta”.

Así pues, cuatro Iglesias Ortodoxas Autocéfalas (Antioquena, Georgiana, Serbia, Búlgara) expresaron la necesidad de posponer el Concilio; de ellos las tres (Antioquena, Georgiana, Búlgara) se negaron a participar en el Concilio, previsto para el 18-27 de junio, y la propuesta de la Iglesia Ortodoxa Rusa de convocar una reunión extraordinaria Pan-Ortodoxa pre-Conciliar no fue aceptada por el Sínodo del Patriarcado de Constantinopla. En estas circunstancias, la base necesaria para la convocatoria del Santo y Gran Concilio, que consiste en la existencia de “la aprobación de Sus Beatitudes Primados de todas las Iglesias Ortodoxas Autocéfalas Locales universalmente reconocidas” (Reglamento de funcionamiento y de trabajo del Gran y Santo Concilio de la Iglesia Ortodoxa, p. 1), está obviamente ausente.

La única solución posible en este caso es continuar preparación del Santo y Gran Concilio y posteriormente lograr el consenso común de las Iglesias Ortodoxas para celebrarlo en otras fechas.

En relación con lo anterior, el Santo Sínodo, cumpliendo las decisiones del Concilio de Obispos de la Iglesia Ortodoxa Rusa celebrado de 2 a 3 de febrero de 2016 (Decretos, p. 6), ordena lo siguiente:

1) apoyar las propuestas de las Iglesias Ortodoxas de Antioquía, Georgia, Serbia y Bulgaria sobre el aplazamiento del Concilio Pan-Ortodoxo para un periodo que a continuación se debe determinar sobre la base de las discusiones pan-ortodoxas y con la aprobación indispensable de los Primados de todas las Iglesias Ortodoxas Autocéfalas Locales universalmente reconocidas;

2) enviar inmediatamente la propuesta correspondiente a Su Santidad el Patriarca Bartolomé de Constantinopla y a todos los Primados de las Iglesias Ortodoxas Locales;

3) en caso si la Santísima Iglesia de Constantinopla no acepta esta propuesta, y el Concilio de Creta, a pesar de la ausencia de la aprobación de varias Iglesias Ortodoxas Locales, será convocado, reconocer con profundo pesar la imposibilidad de participación en éste de la delegación de la Iglesia Ortodoxa Rusa;

4) hacer todo lo posible para continuar esfuerzos con el fin de fortalecer la cooperación pan-ortodoxa en preparación del futuro Santo y Gran Concilio que pretende convertirse en un verdadero testimonio de la unidad de la Iglesia Santa, Católica y Apostólica;

5) expresar una vez más la opinión de que a la finalización exitosa de preparación del Concilio podría servir la intensificación de la actividad real de la Secretaría Pan-Ortodoxa; en el marco de ella es posible estudiar propuestas para solucionar los temas discutibles, resolver las diferencias existentes, elaborar definitivamente los documentos necesarios y eliminar todos los obstáculos para la convocatoria y la terminación agradable a Dios del Santo y Gran Concilio de la Iglesia Ortodoxa;

6) considerar conveniente que, teniendo en cuenta las sugerencias formuladas en muchas Iglesias Ortodoxas Locales, al futuro Concilio puedan asistir, sin limitación, todos los obispos de las Santas Iglesias de Dios, ya que sin duda esto aumentaría la autoridad de las decisiones tomadas por el Concilio.

“El nombre de la Iglesia no es el de la división, sino el de la unidad y la concordia”, – enseña San Juan Crisóstomo (Comentario sobre la Primera epístola a los corintios. Conversación 1, 1). En el nombre de la concordia y la unanimidad, en el espíritu de la misericordia y del amor fraternal, sin reproches mutuos y sin hacer nuevas heridas al Cuerpo humano-divino de la Iglesia, escuchando con atención uno a otro y aún más a la Revelación Divina reproducida en las Sagradas Escrituras y la Santa Tradición, – vamos a oír “lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 2, 7), y a sacar lecciones necesarias de los errores que debido a la debilidad humana se hicieron en el transcurso de preparación del Santo y Gran Concilio, a fin de que, si Dios quiere, lograr  la celebración sin trabas de este gran evento para la gloria de Dios y el mayor bien de la Iglesia Ortodoxa.

El Santo Sínodo nuevamente llama a los obispos, clérigos, monjes y laicos de la Iglesia Ortodoxa Rusa a una oración ferviente para que Nuestro Señor Jesucristo en este caso revele Su todopoderosa ayuda y Su santa voluntad.