Con la Divina Liturgia en el templo de la Dormición en el territorio de la Embajada de Rusia en China, se concluyó el domingo, 17 de mayo de 2015, la visita del Presidente del Departamento de Relaciones Exteriores Eclesiásticas del Patriarcado de Moscú, el Metropolita Hilarión de Volokolamsk, a la República Popular de China.

En el Oficio Divino al Metropolita Hilarión le concelebraron el Vicepresidente del DREE, el Arcipreste Nikolái Balashov, el Rector del templo de la Dormición en el territorio de la Embajada de Rusia en Beijing, el Sacerdote Sergui Vorónin, y el asistente del Presidente del DREE, el Diácono Alexander Karzan.

Entre los que rezaron en el Oficio Divino eran el Embajador de Rusia en China, Sr. Andréi Denísov, el Embajador de Chipre en China, Sr. Agis Loizou, diplomáticos de la Embajada Rusa, miembros de la comunidad internacional ortodoxa de Beijing.

Después del Oficio Divino, el Rector del templo de la Dormición, el Sacerdote Sergui Vorónin se dirigió con unas palabras de bienvenida al Presidente del DREE. Él pidió al Metropolita Hilarión a transmitir a Su Santidad el Patriarca Kiril de Moscú y toda Rusia el amor filial y gratitud de los creyentes ortodoxos en China por la atención continua del Primado de la Iglesia Ortodoxa Rusa hacia sus necesidades.

Dirigiéndose a los feligreses del templo de la Dormición, el jerarca dijo: “Para todos nosotros es un gran placer poder realizar en estos días Pascuales una celebración colectiva de la Divina Liturgia en el templo histórico de la Dormición de la Santísima Madre de Dios en Beijing, que en esta tierra les ayuda a llegar a Dios, reza a Él, para abrir el acceso al Reino de los Cielos a través de la Sagrada Comunión”.

Centrándose en las palabras de la lectura del Evangelio de Domingo, el Metropolita Hilarión llamó la atención de los presentes en el templo que el que nació ciego no sólo fue curado de su enfermedad, sino encontró la fe en el Hijo de Dios. El Monseñor destacó:

“No es casualidad que el Evangelio según San Juan que se recita desde Pascua hasta Pentecostés, muestra que Cristo es el Hijo de Dios. Nuestro Señor Jesucristo es el verdadero Dios, Que es capaz de abrir no sólo los ojos físicos, sino también los ojos espirituales.

Él vino a dar la salvación a todos nosotros y a cada uno de nosotros. No hay en este mundo la gente casual o excesiva, el Señor tiene tiempo para cada persona. Para todos y para cada uno de nosotros Él incluso fue a la muerte, porque Cristo no murió por algún grupo de personas, sino por toda la humanidad. A través de la Sagrada Comunión participamos en esa muerte, que abre el camino a la Resurrección.

Durante estos días Pascuales confesamos que nuestro Señor Jesucristo con Su muerte venció a la muerte. Ahora no tenemos miedo ante la muerte, porque sabemos que la vida en la tierra es una pequeña parte del sendero que deberemos caminar.

El hombre fue creado no para la muerte, sino para la vida, no para el tiempo, sino para la eternidad. Hemos sido creados para vivir con Dios, y esta vida comienza para nosotros aquí, en el templo, cuando comulgamos el Cuerpo y Sangre de Cristo, y continúa en la vida eterna.

Ojalá que nunca olvidemos de esta dimensión eterna de nuestra vida temporal. La Iglesia construye templos en todos los países para que la gente pueda orar a Dios, estar en comunión con Él, sentir su cercanía a nosotros.

Les deseo a todos ustedes la ayuda de Dios, deseo que la alegría de la Resurrección del Salvador llene sus corazones.

¡Cristo ha Resucitado! “

Al dar la bendición a los presentes, el Metropolita Hilarión y su comitiva partieron a Moscú.

Servicio de Comunicación del DREE