En la mañana del 5 de julio,a la edad de 78 años, se durmió en el Señor el Primado de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, Su Beatitud el Metropolitano Vladímir de Kiev y toda Ucrania. El Patriarca Kiril de Moscú y toda Rusia expresó sus condolencias al Locum Tenens de la Metrópolis de Kiev, el Metropolitano Onufri deChernovtsi y Bucovina, a obispos, pastores, monjes y monjas, ya todos los fieles de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana en relación con elfallecimiento de Su Beatitud.

Su Eminencia Onufri, Metropolitano deChernovtsi y Bucovina, Locum Tenens

de la Metrópolis de Kiev, obispos, pastores, monjes y monjas, y todos los fieles

de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana

¡Eminencias y Excelencias, queridos en el Señor padres, hermanos y hermanas!

En el día del fallecimiento de Su Beatitud el Metropolitano Vladímir de Kiev y toda Ucrania expreso mis más profundas y sinceras condolencias a toda la plenitud de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana.

Es difícil expresar con palabras la magnitud de la pérdida sufrida hoy por toda nuestra Iglesia. Siento dolor, junto con todos los que amaban y veneraban al jerarca recién fallecido. Durante 49 años mantuve con él una relación buena y cordial. Siempre recordaba y apreciaba el hecho de que en el día de mi ordenación episcopal, sobre mi cabeza fue puesta, entre otras, la diestra de Monseñor Vladímir. Nuestra estrecha relación continuó cuando éramos rectores de las escuelas espirituales de Moscú y San Petersburgo, cuando el Metropolitano Vladímir desempeñó como Jefe de Administración del Patriarcado de Moscú, y en especial durante su ministerio obispal en la Metrópolis de la Madre de las Ciudades Rusas, el antiguo Kiev.

El Metropolitano Vladímir fue un destacado jerarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, querido y venerado porel rebaño multimillonariode Ucrania. El Mismo Señor, con el Espíritu Santo y la decisión de los obispos en el Concilio de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana en Járkov en 1992, le concedió a esta Iglesia, en la persona de Su Beatitud, al gran primado y pastor, puso sobre sus hombros una pesada cruz deresponsabilidadsobre el destino de la Ortodoxia en Ucrania. Monseñor Vladimiraceptóhumildemente la cruz y la llevó durante 22 años sin queja y con coraje, en las condiciones más difíciles de la formación del Estado ucraniano. Los múltiples vórtices y tribulaciones de este mundo se rebelaron en la Iglesia Ucraniana, amenazando con hundir el barco de la Iglesia, pero una mano firme del timonel cada vez le siguió en el camino hacia la salvación, lo que le permitía permanecer invencible y unida. El mantenimiento de la unidad de la Iglesia es uno de los principales méritos del fallecido. Con una gran cantidad de trabajo, sabiduríaypaciencia, él estaba creando la Iglesia Ucraniana, la custodiaba del cisma, consolidaba a los obispos, el clero y los fieles.

El Metropolitano Vladímir ganó una máxima autoridad,realmente merecida, en la sociedad ucraniana. Incluso aquellos que no compartían su opinión, le trataban con el respeto personal. Esto ayudó a preservar las relaciones decentes y constructivas de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana con el Estado, a mantener el exitoso diálogo, para el bien del pueblo, con líderes políticos, independientemente de sus puntos de vista. Según el Apóstol, mehehecho igual a todos para de alguna manera poder salvar a algunos (1 Corintios 9:22).

El fallecido hizo una gran contribución a la vida de toda nuestra Iglesia, tomando a pecho toda su tristeza y alegría. Me gustaría mencionar especialmente su papel en la consolidación de los obispos del Patriarcado de Moscú en el Concilio Local de la Iglesia Ortodoxa Rusa en 2009, tras elfallecimiento de bendita memoria Patriarca Alexí II.

Su Beatitud el Metropolitano Vladímir era respetado por todo el mundo ortodoxo. Los primados y jerarcas de todas las Iglesias Ortodoxas veneraban altamente su lucha heroica por la unidad de la Iglesia, por la verdad canónica. Ahora, cuando es su hora de partida, se puede hacer el resumen de la vida de Su Beatitud con las palabras de San Pablo Apóstol: he peleado la buena batalla, he llegado al término de la carrera, me he mantenido fiel. Ahora me espera la corona merecida que el Señor, el Juez justo, me dará…(2 Timoteo 4:7-8).

El fallecimiento de Su Beatitud el Metropolitano Vladímir de Kiev y toda Ucrania es una gran pérdida para toda la Ortodoxia y, por supuesto, sobre todo, para la Iglesia de la Santa Rusia. Insto a todos sus fielesa una diligente y ferviente oración por el eterno descansodel almadel obispo recién fallecido,en la morada celestial,junto con los santos, por la Iglesia Ortodoxa Ucraniana huérfana, por la paz en Ucrania, por el pueblo ucraniano sometido a tiempos difíciles.

¡Memoria eterna y agradecida al difunto Su Beatitud Metropolitano Vladímir!

Con amor en el Señor,

+ KIRIL,

PATRIARCA DE MOSCÚ Y TODA RUSIA