El 9 de octubre de 2013, en Moscú el Vicepresidente de la Comité de la Duma Estatal para Asuntos Internacionales, Leonid Kalashnikov, se reunió con jerarcas cristianos de Siria.

Al encuentro asistieron el Obispo Isaac de Apameia, Vicario de la Diócesis de Damasco (Patriarcado de Antioquía), el Arzobispo José Absi (Iglesia Católica Greco-Melquita), el Obispo Armash Nalbandian (Iglesia Apostólica Armenia, Catholicosat de Echmiadzin), el Arzobispo Mar Siluan Butros Pedro Al- N´meh (Iglesia Ortodoxa Siria), el Arzobispo Samir Nassar (Iglesia Maronita), el funcionario de la Secretaría de DREE para Relaciones Inter-ortodoxas, el Hieromonje Stephan (Higumnov). Por parte de la Duma asistieron el Consejero Jefe de la Comité de la Duma Estatal para Asuntos Internacionales, Boris Zarankin, y el Vicejefe del Aparato de la Comité de la Duma Estatal para Asuntos Internacionales, Dmitri Pcheliakov.

El Sr. Kalashnikov les dio bienvenida a los huéspedes. Él destacó la indudable importancia de los monumentos históricos y religiosos de Siria para la cultura mundial. Al expresar su compasión con ocasión de los combates que siguen en este país, el Sr. Kalashnikov aseguró a los miembros de la delegación siria de que la parte rusa está hecho todo lo posible para estabilizar la situación con la participación de la ONU y para prevenir la escalada de la guerra en un conflicto internacional.

El Vicepresidente de la Comité de la Duma Estatal para Asuntos Internacionales les contó a los huéspedes de una serie de reuniones que ha sostenido con representantes de Siria, la diáspora siria, algunos de los cuales se vieron obligados a abandonar su patria. El Sr. Kalashnikov expresó a jerarcas sirios los deseos de fuerza y valentía.

El Arzobispo Mar Siluan Butros Pedro Al- N´meh le saludó al representante de autoridades rusas en nombre de la delegación siria. En nombre del pueblo sirio el Monseñor expresó la gratitud a Rusia y a la Iglesia Ortodoxa Rusa por su compasión y apoyo. Según su testimonio, “lo que está sucediendo en Siria es un dolor común”, pues la guerra afecta a todos los habitantes del país. Por el momento, fueron destruidos 60 templos cristianos en diferentes ciudades (Homs, Aleppo, Maalula etc.). En estas ciudades muchos creyentes han muerto y siguen muriendo.

“Esperamos que Siria siga siendo nuestra casa”, – dijo el Arzobispo, al constatar con pena que cerca de medio millón de cristianos han abandonado su patria.

 

Servicio de Comunicación del DREE